Desde que salí de mi hogar y en particular de Colombia he
comenzado amar la selección Colombia, la cual ha sido participe de mis
emociones y alegrías en cada sitio al que voy; es como si ya no solo fuera
futbol de dos piernas y un balón, implícitamente es como telepransportarme en
el color de la camisa hacia mi hogar y en las 2 horas de juego sentirme parte
de mi tierra y de los buenos recuerdos que tengo de mi infancia; época en la
cual el futbol solo era un mero objeto de conversación de hombres.
Volviendo
al tema central de esta discusión, Colombia en estas últimas fechas ha ido
creciendo de creciente exponencialmente, generando alta confianza en los
agentes que desean con ansias que esta pueda llegar a un mundial. Han sido 14
anos en los cuales Colombia pareciera negada a participar en los mundiales después
de que Faustino, el Pibe, y otros dejaran la selección.
Ahora, con una fe renovada, con un director técnico
Argentino ha logrado construir una selección e integrado a todos sus componentes
bajo la batuta de un hombre que en estos últimos meses ha logrado lo impasable
(ganar la Eurocopa 2012) Falcao han generado expectativas hacia el mundial y
desde el día de hoy se puede vislumbrar en el imaginario colombiano un deseo
ferviente de ir a Brasil 2014.
Sin embargo, y a pesar que estamos de segundos de la
tabla de posición no debemos olvidar las debilidades del equipo y los retos
venideros de las siguientes fechas. Los retos constan precisamente en lo que
nadie le gustaría escuchar y es la variable endeble que tiene la selección
"Falcao". Aceptémoslo, Falcao se ha vuelto la pieza clave para
alcanzar ese éxito tan anhelado rumbo a Brasil 2014 y depender de una sola
variable puede acarrear costos altísimos generando pérdidas totales en la fe
que se tiene por estos días en la selección. Nuestros rivales también lo
reconocen y sabrán buscar la caída de esa ficha como cuando se busca la caída
de la reina en el ajedrez.
Reconociendo esto, la tarea de la selección es aprender
de Falcao, generar equipo con o sin él, ser variables independientes pero a su
vez capaces de armar su propio juego y seguir generando ese mismo nivel de
expectativas que se ha ido cautivando con Falcao. De esta manera, ya no solo será
Falcao el goleador, sino todo un completo equipo de estrellas que nos llevaran
a nuestro anhelado Brasil 2014 y con la mano de Pekerman nos darán el sueno de
los colombianos de finalmente volver a un mundial y renovar así nuestra fe por
nosotros mismos y de todo lo que implica simplemente en el aspecto sicológico de
los agentes, amor a lo nuestro.